domingo, 7 de noviembre de 2010

miércoles, 6 de octubre de 2010

sábado, 28 de agosto de 2010

sábado, 21 de agosto de 2010

Construcción

Se animó a mirarla cuando no podía devolverle la mirada. La admiró durante horas hasta que sus pestañas se humedecieron y se unieron de a pares. No podía pensar en otra cosa. Lo único que lograba desviar sus pensamientos era ese deseo irrefrenable de detener la situación. Ese deseo que parecía ser la única opción. Deseo que no tendría vuelta atrás. Creyó no tener más escapatoria. Debía seguir pensando. Lo que sabía era que no quería seguir pensándolo. Por alguna extraña razón una alternativa, quizá no muy agradable pero alternativa al fin, se le vino a la mente. También dudó y lo repensó mil veces, algo había que hacer. Y lo hizo. Sin decir nada ni consultar.



jueves, 15 de julio de 2010

viernes, 9 de julio de 2010

A modo informativo

Para que la nueva encuesta no queda tan colgada de un pino,
aca les dejo un video de donde salio la idea.
Este es el video original:
http://www.youtube.com/watch?v=6bDjkKnO_cM&feature=related
Este es una parodia, que es genial:
http://www.youtube.com/watch?v=dCLClFEtO0E&feature=related

Y ya que esta les dejo esta pag. que es muy buena XD :
http://www.giantgayrepellentumbrella.com

miércoles, 26 de mayo de 2010

No te pares.

Tomé una bocanada de aire y empecé a correr. Entre jadeos y lágrimas los pensamientos fluían como gotas en el Paraná. Hay quienes se descargan corriendo. Otros, escribiendo. Yo hago las dos cosas. Mejor dicho, las tres. Recuerdo siempre que te prometí que la tercera no iba más. También recuerdo que me prometiste muchas cosas. Pero che, tres son multitud. Quedemos en que corro y escribo.

Y pucha que me arden los ojos.


domingo, 2 de mayo de 2010

El celular de Hansel y Gretel (Hernán Casciari)

Anoche le contaba a mi hijita Nina un cuento infantil muy famoso, el de
Hansel y Gretel de los hermanos Grimm.

En el momento más tenebroso de la aventura, los niños descubren que unos
pájaros se han comido las estratégicas bolitas de pan, un sistema muy simple
que los hermanitos habían ideado para regresar a casa. Hansel y Gretel se
descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer.

Mi hija me dice, justo en ese punto de clímax narrativo: 'No importa. Que
lo llamen al papá por el celular'.

Yo entonces pensé, por primera vez, que mi hija no tiene una noción de la
vida ajena a la telefonía inalámbrica. Y al mismo tiempo descubrí qué
espantosa resultaría la literatura -toda ella, en general- si el teléfono
móvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro años.

Cuántos clásicos habrían perdido su nudo dramático, cuántas tramas
hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qué fácil se habrían
solucionado los intríngulis más célebres de las grandes historias de
ficción.

Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica, en cualquiera que
se le ocurra. Desde la Odisea hasta Pinocho, pasando por El viejo y el mar,
Macbeth, El hombre de la esquina rosada o La familia de Pascual Duarte. No
importa si el argumento es elevado o popular, no importa la época ni la
geografía.

Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica que conozca al
dedillo, con introducción, con nudo y con desenlace.

¿Ya está?

Muy bien. Ahora ponga un celular en el bolsillo del protagonista. No un
viejo aparato negro empotrado en una pared, sino un teléfono como los que
existen hoy: con cobertura, con conexión a correo electrónico y chat, con
saldo para enviar mensajes de texto y con la posibilidad de realizar
llamadas internacionales cuatribanda.

¿Qué pasa con la historia elegida? ¿Funciona la trama como una seda, ahora
que los personajes pueden llamarse desde cualquier sitio, ahora que tienen
la opción de chatear, generar videoconferencias y enviarse mensajes de
texto? ¿Verdad que no funciona un carajo?.

La Nina, sin darse cuenta, me abrió anoche la puerta a una teoría
espeluznante: la telefonía inalámbrica va a hacer añicos las viejas
historias que narremos, las convertirá en anécdotas tecnológicas de calidad
menor.

Con un teléfono en las manos, por ejemplo, Penélope ya no espera con
incertidumbre a que el guerrero Ulises regrese del combate.

Con un móvil en la canasta, Caperucita alerta a la abuela a tiempo y la
llegada del leñador no es necesaria.

Con telefonito, el Coronel sí tiene quién le escriba algún mensaje, aunque
fuese spam.

Y Tom Sawyer no se pierde en el Mississippi, gracias al servicio de
localización de personas de Telefónica.

Y el chanchito de la casa de madera le avisa a su hermano que el lobo está
yendo para allí.

Y Gepetto recibe una alerta de la escuela, avisando que Pinocho no llegó
por la mañana.

Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o
representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como
principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la
incomunicación. Han podido existir gracias a la ausencia de telefonía
móvil.

Ninguna historia de amor, por ejemplo, habría sido trágica o complicada,
si los amantes esquivos hubieran tenido un teléfono en el bolsillo de la
camisa.

La historia romántica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare)
basa toda su tensión dramática final en una incomunicación fortuita: la
amante finge un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces
ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdón por el espoiler).

Si Julieta hubiese tenido teléfono móvil, le habría escrito un mensajito
de texto a Romeo en el capítulo seis:
M HGO LA MUERTA, PERO NO TOY MUERTA. NO T PRCUPES NI HGAS IDIOTCS. BSO.

Y todo el grandísimo problemón dramático de los capítulos siguientes se
habría evaporado. Las últimas cuarenta páginas de la obra no tendrían
gollete, no se hubieran escrito nunca, si en la Verona del siglo catorce
hubiera existido la promoción 'Banda ancha móvil' de Movistar.

Muchas obras importantes, además, habrían tenido que cambiar su nombre por
otros más adecuados.

La tecnología, por ejemplo, habría desterrado por completo la soledad en
Aracataca y entonces la novela de García Márquez se llamaría 'Cien años sin
conexión': narraría las aventuras de una familia en donde todos tienen el
mismo nick (buendia23, a.buendia, aureliano_goodmornig) pero a nadie le
funciona el Messenger.

La famosa novela de James M. Cain -'El cartero llama dos veces'- escrita
en 1934 y llevada más tarde al cine, se llamaría 'El gmail me duplica los
correos entrantes' y versaría sobre un marido cornudo que descubre (leyendo
el historial de chat de su esposa) el romance de la joven adúltera con un
forastero de malvivir.

Samuel Beckett habría tenido que cambiar el nombre de su famosa
tragicomedia en dos actos por un título más acorde a los avances técnicos.
Por ejemplo, 'Godot tiene el teléfono apagado o está fuera del área de
cobertura', la historia de dos hombres que esperan, en un páramo, la llegada
de un tercero que no aparece nunca o que se quedó sin saldo.

En la obra 'El jotapegé de Dorian Grey', Oscar Wilde contaría la historia
de un joven que se mantiene siempre lozano y sin arrugas, en virtud a un
pacto con Adobe Photoshop, mientras que en la carpeta Images de su teléfono
una foto de su rostro se pixela sin remedio, paulatinamente, hasta perder
definición.

La bruja del clásico Blancanieves no consultaría todas las noches al
espejo sobre 'quién es la mujer más bella del mundo', porque el coste por
llamada del oráculo sería de 1,90 la conexión y 0,60 el minuto; se
contentaría con preguntarlo una o dos veces al mes. Y al final se cansaría.

También nosotros nos cansaríamos, nos aburriríamos, con estas historias de
solución automática. Todas las intrigas, los secretos y los destiempos de la
literatura (los grandes obstáculos que siempre generaron las grandes tramas)
fracasarían en la era de la telefonía móvil y del wifi
Todo ese maravilloso cine romántico en el que, al final, el muchacho corre
como loco por la ciudad, a contra reloj, porque su amada está a punto de
tomar un avión, se soluciona hoy con un SMS de cuatro líneas.

Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicación que
nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares. No hay
que dejar bolitas de pan en el bosque para recordar el camino de regreso a
casa. La telefonía inalámbrica -vino a decirme anoche la Nina, sin querer-
nos va a entorpecer las historias que contemos de ahora en adelante. Las
hará más tristes, menos sosegadas, mucho más predecibles.

Y me pregunto, ¿no estará acaso ocurriendo lo mismo con la vida real, no
estaremos privándonos de aventuras novelescas por culpa de la conexión
permanente? ¿Alguno de nosotros, alguna vez, correrá desesperado al
aeropuerto para decirle a la mujer que ama que no suba a ese avión, que la
vida es aquí y ahora?

No. Le enviaremos un mensaje de texto lastimoso, un mensaje breve desde el
sofá. Cuatro líneas con mayúsculas. Quizá le haremos una llamada perdida, y
cruzaremos los dedos para que ella, la mujer amada, no tenga su telefonito
en modo vibrador.

¿Para qué hacer el esfuerzo de vivir al borde de la aventura, si algo
siempre nos va a interrumpir la incertidumbre? Una llamada a tiempo, un
mensaje binario, una alarma.

Nuestro cielo ya está infectado de señales y secretos: cuidado que el
duque está yendo allí para matarte, ojo que la manzana está envenenada, no
vuelvo esta noche a casa porque he bebido, si le das un beso a la muchacha
se despierta y te ama. Papá, ven a buscarnos que unos pájaros se han comido
las migas de pan.

Nuestras tramas están perdiendo el brillo -las escritas, las vividas,
incluso las imaginadas- porque nos hemos convertido en héroes perezosos.

jueves, 15 de abril de 2010

Receta para ser feliz y hablar con quien tengas ganas


Ingredientes:
1 trabajo.

Elaboración:
1) Trabajar durante un mes
2) Cobrar la plata por ese mes de trabajo
3) Ir a una casa de venta de computadoras
4) Comprar la compu
5) Conectar en la PIEZA
6) Conseguir wifi clandestino
7) Chatear y hablar con quien se te cante a través de Internet
8) Olvidarse de los padres por un rato
9) Ser feliz

Esta es una coproducción Chongo leal-Iron. Se agradece especialmente por la colaboración con el blog.

viernes, 9 de abril de 2010

Truco Argentino

Hay veces que te toca jugar con una mano fabulosa: ancho de espadas, siete de oro y ancho de basto. Pero, hay veces que te tocan los cuatros y los cincos. ¿Y qué se hace en esos casos? Pokerface.
Disimular la mano horrosa y mentir. ¡¡¡SÍIIIIII, quiero real envidoooo!!! Y si te sale bien, la victoria será tuya...
Ahh, el truco...ese juego tan nuestro, tan de gauchos, tan incorporado como el mate...
Tan metido en nuestra sociedad que lo jugamos todo el tiempo, hasta los que no sabemos que carta vale más si el siete de oro o el cuatro de copas. No importa la realidad que te toque: vos mentí, y con la mejor cara de piedra. Tranquilo!, confiá en vos! Te va a salir bien si acá el que miente gana, el más hábil, el que tiene mas contactos, más calle, mas gambeta se sale con la suya. No importa si sos una persona instruida o tenes buen corazón.
Así que ya sabés, para manejarte bien en este país, saber jugar al truco es fundamental.

(¿Quien me quiere enseñar?)
Rusia

martes, 6 de abril de 2010

Oliverio Girondo

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan.

miércoles, 24 de marzo de 2010

jueves, 25 de febrero de 2010






Ya que el blog esta lleno de fotos "arcoiristicas"(por no decir otra cosa :P) un par más no le vienen mal. 

domingo, 21 de febrero de 2010

viernes, 5 de febrero de 2010

Palabra Random te desea...

¡FELIZ DÍA DE LA TETA!

¿Quíen no pensó alguna vez que debería existir un día de la teta? ¿Quién no dijo "eu, esto tan importante en nuestras vidas no tiene ningún homenaje"? Tus días de espera terminaron. Llegó Idea Random para calmar tus penas (?). 5 de febrero: día de la teta. Suena bien, eh?
No pierdas más tiempo, festejá el día de la teta. Los varones no han de quedarse afuera, deciles que saluden a sus amigas con una tocada de teta. Y por qué no? Vos también podés hacerlo.
Animate. En el día de la teta, todo vale ;)

sábado, 30 de enero de 2010

Todas las bocas tienen dientes

Viendo una publicidad de colgate:
(le pone mute)- Callateee, los cepillos de dientes no hablan! No tienen boca! Si no, tendrían que tener dientes y tendrían que venirte con un mini cepillo para ellos.
- Pero todas las bocas no tienen dientes.
- Síii, qué no!

domingo, 10 de enero de 2010

Cosas 2

La cajita cerró con moño rojo. No muy fuerte (el moño, el rojo sí). Quedó guardada en un rincón de abajo de mi cama, donde nadie más puede llegar. Nadie que no esté autorizado. Efectivamente no le entraban más cosas. Es hora de agarrar otra, un poco más grande. Puede no tener moño, o uno azul. Así serían 2010 cosas dentro de una cajita. Cada tanto, si se quiere, o si no, puede abrirse para espiar. Vos te animarías? Yo lo hago las 38 horas del día. Creo que no es grave, mientras que no agarre las cosas de la cajita anterior y las ponga en esta, no es nada grave. Se esperan con ansias las nuevas y relucientes cosas.